El acero de bajo, medio y alto carbono se fabrica en forma de bobinas y tienen un conjunto único de propiedades que los hacen adecuados para tipos específicos de aplicaciones. También se han clasificado en función del tipo de aplicación, la resistencia a la tracción y el porcentaje de contenido de carbono. Por ejemplo, hasta un 0,25% de contenido de carbono se clasifica como bajo en carbono, el rango de 0,25% a 0,6% es medio y, finalmente, hay un acero alto en carbono que tiene más de 0,6% a 1% de carbono. Cada una de las secuencias ofrece características distintas que son interesantes para explorar más a fondo a los que están especializados en una determinada industria. El acero de bajo carbono se puede utilizar principalmente en aplicaciones estructurales y piezas de automóviles debido a su capacidad de soldadura. El TSEN, con un rango de 0,25 a 0,6%, es ideal en maquinaria y equipos porque logra un equilibrio entre resistencia a la tracción y dureza. El mayor porcentaje de contenido de carbono es más beneficioso en herramientas donde los tratamientos pesados y robustos son el único medio de operación. Cada uno de los grados descritos anteriormente ayuda a la organización a hacer la selección correcta para los proyectos que lidera.